En 1994 la empresa, que sigue siendo un negocio familiar, dio un impulso definitivo a su actividad exportadora, centrada fundamentalmente en el mobiliario de laboratorio, donde el 85 por ciento de las ventas se realizan en el exterior.
Entre las instalaciones de Flores Valles destacan los laboratorios de la Universidad de Ciencia y Tecnología King Abdullah (KAUST) de Arabia Saudita, el Francis Crick Institute de Londres o el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas. Suyas son también las cocinas del Hotel Ritz de Madrid y las de Tickets, el último proyecto de Ferrán y Albert Adriá en Barcelona. En esta entrevista, Miguel Ángel Sánchez, director técnico de Flores Valles, explica el papel fundamental de la tecnología 3D en el crecimiento y éxito global de la empresa.
¿Cómo fue la relación con Ferrán Adriá?
Fue como un flechazo. Los showrooms de cocina y laboratorio están uno junto a otro y creo que, al verlos, a Ferrán le pasaron muchas cosas por la cabeza, ya que su cocina es también un laboratorio. Es muy perfeccionista y en el proyecto de Tickets nos pidió simular con cajas de cartón el espacio que ocuparían los diferentes elementos para tener una idea clara del tráfico en la cocina.
Flores Valles tiene a gala que nunca ha hecho una cocina igual a otra.
Es verdad, cada cocina es un proyecto único, adaptado a un espacio determinado y con una distribución y equipamiento al gusto de cada cliente. La única constante es la calidad. Hacemos cocinas capaces de funcionar 24 horas al día durante años, que combinan la tecnología y la innovación con el diseño y funcionalidad.
Sin embargo, en el mobiliario de laboratorio prima la modularidad.
Sí, es lo lógico. Aquí la innovación está en la flexibilidad. Nuestros sistemas se pueden configurar de mil maneras. El sistema Adapta, desarrollado por Flores Valles, permite que el laboratorio se adapte a las necesidades de los investigadores en cada momento, ofreciéndoles la máxima funcionalidad y simplificando su trabajo, sabiendo, además que son muebles para siempre, preparados para soportar la agresión de muchos productos de laboratorio.
¿Cuándo entra el software de diseño en la empresa?
Hasta el año 2000 todos los diseños se hacían sobre un tablero de dibujo. En ese año y con la compra de las primeras licencias de Autocad comenzó también nuestra relación con Cad&Lan, que desde entonces es un partner clave y nuestro soporte técnico. El equipo de la oficina técnica y el departamento de proyectos fueron los primeros usuarios. La experiencia fue totalmente positiva. Los tiempos y plazos de entrega se redujeron y tareas que antes requerían un mes se realizaban en tres días. Las modificaciones del cliente se realizaban mucho más rápido y resultaban menos costosas. Poco después incorporamos un software de prototipado digital con el que llevamos años trabajando pero que tienen un inconveniente: los archivos que genera no se pueden usar directamente en la mecanización y hay que convertirlos, lo que resulta tedioso y, a veces, puede provocar algún error. El proyecto es migrar próximamente estos sistemas 3D a Inventor de Autodesk e incorporar todo el potencial de prototipado digital que ofrece esta herramienta. Además, de utilizar formatos de archivos compatibles con los sistemas de mecanizado, Inventor tiene un módulo de generación de planos estupendo y casi instantáneo, desterrando la lentitud de otras aplicaciones que tienen aquí su cuello de botella.
¿Que departamentos utilizan las aplicaciones de diseño?
Fundamentalmente el Departamento de Ingeniería, integrado por veinte ingenieros y que tiene tres responsabilidades: el I+D+i, los Proyectos y la Oficina Técnica. Estamos integrando SAP y llevamos un año con Revit. La idea es que el departamento comercial pueda realizar sus propuestas a partir de la información que facilite Revit al sistema SAP, lo que de alguna manera extiende el uso del 3D a otras áreas de la empresa.
¿Para que utilizan Revit?
Nuestro objetivo es trabajar en un entorno totalmente compatible y comunicado basado en productos Autodesk: Autocad, Inventor y Revit. Hace un año comenzamos las pruebas de Revit y hoy está totalmente incorporado a nuestra actividad. Su uso se justifica de muchas maneras. La primera es la velocidad que nos da a la hora de presentar los proyectos. Veíamos que nuestra competencia era mucho más ágil presentando sus propuestas, ellos tardaban una semana y nosotros tres. La razón estaba en Revit. La mayoría de los proyectos de arquitectura internacionales se hacen en Revit y cuando te pasan la información de la instalación lo hacen con Revit. Basta meter los bloques Revit para tener la propuesta hecha. Para mi la gran ventaja es que diseñas en 3D, estás haciendo el proyecto en 3D. Es muy intuitivo, pero tiene un punto crítico para que las cosas vayan bien, es necesaria una buena preparación cero de todo el material que necesitas, de tus plantillas y familias, como no hagas eso no podrás disfrutar de todas sus ventajas. En nuestro caso externalizamos la creación de estas familias en Cad&Lan. Ahora, todos los proyectos de laboratorio y cocina se hacen con Revit. Además de reducir los plazos a una tercera parte, Revit mejora la gestión de la información, eliminan errores, simplifica los cambios y, sobre todo, nos permite ofrecer máxima calidad a nuestros clientes. El siguiente pasos será integrarlo con SAP para automatizar procesos relativos a la cadena de suministro y la realización de los presupuestos de los proyectos.