Cualquier empresa, que quiera ser competitiva, debe implementar medidas y soluciones de eficiencia energética.
La eficiencia energética tiene como objetivo reducir el consumo de energía, y es una de las principales preocupaciones de las organizaciones por su impacto medioambiental.
La Unión Europea ha desarrollado un plan de crecimiento sostenible cuyo objeto consiste una reducción del 20% en el consumo de energía primaria de la UE en lograr en 2020 y conseguir nuevas mejoras de la eficiencia energética más allá de esa fecha.
Salvando lo institucional, la eficiencia energética es un elemento de competitividad para la empresa, que le ayuda a reducir costes, mejorar su margen de beneficio y, además reducir su dependencia energética.