La irrupción de las nuevas tecnologías en los diferentes mercados, ha generado un cambio en todos los modelos de negocio que conocemos, obligando a las empresas a iniciar un proceso de digitalización para seguir siendo competitivas.
Ninguna compañía, con independencia de su tamaño y del sector al que pertenezca: agricultura, industrias, turisimo, retail…etc. puede quedarse fuera de la rueda del cambio si su objetivo es seguir creciendo.
Pese a que todos somos conscientes de la existencia de esta necesidad de adaptación de las nuevas tecnologías, lo cierto es que todavía queda mucho camino por recorrer para llegar al objetivo de digitalización marcado, que no es otro que lograr un uso generalizado de la tecnología que permita mejorar la productividad y la rentabilidad de las empresas que operan los diferentes sectores, es decir, alcanzar el engranaje tecnológico adecuado para alcanzar la máxima eficiencia.
En este entorno, lo cierto es que las organizaciones que cuentan con un proceso de digitalización más avanzado, son aquellas que han conseguido sobrevivir a la reciente crisis económica sufrida.
La digitalización en las PYMES
Actualmente parece que sigue existiendo una brecha tecnológica entre las grandes empresas y las pymes, que continúan rezagadas en su proceso de transformación digital.
Como ejemplo podemos tomar algunos datos del estudio Radiografía de la pyme 2018 elaborado por SAGE, del que se extrae que tan solo el 19% de las pymes tiene establecido un plan de digitalización; o que el 25% de las pymes no sabe hacia dónde dirigir su inversión en digitalización. Esto se debe, principalmente a que las pymes españolas no consideran la digitalización como una prioridad, ya sea por falta de presupuesto, formación o de habilidades digitales en su plantilla.
Esta percepción tiene que cambiar. Las pequeñas y medianas empresas han de encontrar en la digitalización el medio para conseguir crecer en un mercado, cada vez más informado y competitivo, en el que la clave está en mejorar la satisfacción de las necesidades y expectativas de los clientes.
Las herramientas de digitalización ofrecen a las pymes la posibilidad de trabajar mediante protocolos semejantes a las de las grandes corporaciones, contribuyendo a mejorar su competitividad en el sector en que operan.
¿Por dónde deben comenzar las pymes su transformación digital?
Encontrar el punto de partida para la transformación digital es lo más complicado, especialmente si no se cuenta con los conocimientos necesarios para abordar el proyecto.
Bajo nuestro punto de vista, el proceso debe comenzar por la base, con una definición de las infraestructuras y estándares que han de cumplirse y que sentarán las bases de las siguientes fases. En una segunda fase se procederá a la implementación de la tecnología definida, para terminar por incorporar las soluciones inteligentes que completarán el proceso de digitalización.
Las infraestructuras definidas han de ser ágiles, innovadoras, flexibles, que garanticen la seguridad y accesibilidad de los datos; además de escalables. De esta manera dispondremos de una base sólida y preparada para el futuro, lista para crecer en cualquier momento y competir en un mercado cada vez más digitalizado.
Cómo podemos ayudar
En CadLan entendemos el proceso de transformación digital como un concepto 360º que afecta a todas las áreas, procesos y personas que componen las organizaciones. Hemos diseñado un servicio que cubre todas las necesidades tecnológicas de una pyme, adaptándolo a su sector económico.
Con este servicio, entendemos los proyectos como un trabajo en equipo, desde el diseño de la solución, hasta la implantación y su posterior mantenimiento. Por ello ponemos todo nuestro conocimiento y experiencia a disposición de las empresas, para facilitarles el proceso de transformación digital, ayudándoles a crear una plataforma tecnológica robusta, preparada para afrontar con garantías las exigencias técnicas del futuro.